Presentación

Joan Miró fue ampliamente reconocido en vida, pero su estela se agiganta con el paso del tiempo, como solo sucede con los más grandes.

Integrada por unas cuarenta piezas —pinturas, esculturas y un tapiz, procedentes de colecciones privadas y algunas de ellas inéditas—, realizadas a lo largo de los sesenta y los setenta, la exposición que ahora nos satisface presentar nos introduce en una de las etapas más fecundas y menos estudiadas del artista, al tiempo que materializa ante nuestros ojos aquel “cosmos propio” al que se refirió Eugeni d’Ors.

Miró utilizó a lo largo de su vida soportes y técnicas muy diversos, como tela, masonita, papel, cartón, plástico, madera, así como óleo, esmalte, tinta china, acuarela, gouache, cera, lápiz, carbón, etc. Se interesó por el material de desecho y por los objetos de procedencia humilde. Con su característica modestia, dijo de sí mismo: “Yo trabajo como un jardinero”. Un jardín, en efecto, en el que todo se convertía, en sus manos, en poesía pura y en el que siguen brotando las flores y seguirán brotando en el futuro…

Toda esta inmensa variedad de técnicas y soportes se halla aquí representada en un corpus que nos muestra al genio en todo su esplendor y que permite constatar ese espíritu innovador y transgresor que lo ha erigido en un icono no solo del siglo XX sino de toda la Historia del arte.

Joan Miró. La luz de la noche. Obras de las décadas de 1960 y 1970 se exhibirá en el Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza y, posteriormente, en El Roser, en Ciutadella de Menorca —la presencia por vez primera de la obra de Miró en ambas islas le confiere un aura de excepcionalidad—, para acabar su periplo en Palma de Mallorca, en la Fundación que lleva su nombre y que tan generosamente nos donó.

Los textos que se incluyen en el catálogo, firmados por Joan Punyet Miró, Enrique Juncosa, Colm Tóibín y José María Pardo, resultarán de obligada lectura para aquellos que deseen adentrarse en el universo mironiano guiados por las lúcidas reflexiones de quienes, como pocos, conocen los códigos que articularon su trabajo.

Deseo hacer constar mi agradecimiento al comisario de la muestra, Enrique Juncosa, así como a todas aquellas personas que con su colaboración y entusiasmo la han hecho posible; a los patrocinadores —principalmente a la Fundación “la Caixa”—, por su apoyo incondicional, y, de modo especial, a los herederos del artista, sin cuya personal y apasionada implicación hubiera resultado impensable materializar un proyecto de esta naturaleza.

José Ramón Bauzá Díaz
Presidente de las Illes Balears